La piel es el órgano más grande que tenemos en el cuerpo, y aún así muchas veces pasa desapercibido y no le prestamos la importancia que requiere. La piel está expuesta a muchas agresiones externas, y para que esta haga su función de barrera protectora debemos mantenerla cuidada.
El rostro es una de las zonas más delicadas de la piel, a la cual debemos prestar mayor atención si queremos que presente un buen estado de salud, luminosidad, hidratación y tersura, y esto lo vamos a conseguir a través de la práctica continuada de una rutina facial.
Lo importante no es lo que hacemos sino cómo lo hacemos
Esta afirmación se puede aplicar a la perfección a la práctica de la rutina facial, ya que podemos dedicar mucho tiempo y dinero a nuestro rostro, pero si no hacemos una rutina adecuada a nuestro tipo de piel y las necesidades de las mismas, estaremos realizando un trabajo en balde.
La innovación en cosmetología nos ha permitido conocer mucho más sobre las diversidades de cada piel y acceder a un mayor número de cosméticos específicos para cada tipo.
Este auge por la belleza y bienestar de nuestra piel facial, ha venido acompañado de un incremento de productos, marcas y nuevas rutinas, haciendo que la cosmética facial en la actualidad sea más accesible a cualquier usuario, sobre todo gracias a la aparición de la cosmética online.
Diez de los mejores trucos para completar una buena rutina facial
Vitaminas. Aunque no solemos usar vitaminas para la piel, lo cierto es que muchas veces el aspecto de nuestra piel está apagado debido a la falta de estas. Un buen suplemento en pastillas hará que la piel recupere su luminosidad.
Hielo para desinflamar. Este truco es infalible para la retención de líquidos que presenta el rostro por las mañanas. Si pasamos un hielo por debajo de los ojos, veremos cómo en unos segundos nuestro rostro dejará de presentar ese aspecto adormilado.
Limpieza. Es muy importante antes de aplicar y masajear el rostro, que esté bien limpio, pero no solo la cara, también las manos, ya que estas pueden contaminar los productos y el rostro previamente limpio.
Sérum. El sérum es un producto que se ha incorporado recientemente a nuestra rutina, pero el cual ha llegado para quedarse. Mejora el aspecto visible, permite que penetren mejor los activos de los productos y permite que el nivel de hidratación de la piel dure más tiempo.
Aplicar la crema mediante un masaje. Para sacarle el 100% de beneficios a la crema lo importante es cómo la aplicamos. Al masajear nuestra piel estamos activando la circulación del rostro y esto permitirá una mejor absorción de los productos a través de la piel.
Siempre para arriba. El masaje debe ser siempre en dirección ascendente y siguiendo el recorrido natural de los diferentes músculos faciales.
No olvidarse de los ojos. La piel de alrededor de los ojos es más delicada que la del resto del rostro, por ello debemos aplicar productos específicos para esa zona mediante pequeños toquecitos.
SPF. La protección solar es uno de los pasos esenciales. Protegiendo la piel del sol estaremos evitando las temidas manchas y el envejecimiento prematuro.
No tocarse los granitos. Sabemos que es una tentación pero esta demostrado que tocarse los granitos y puntos negros puede provocar que estos se extiendan, infecten y dejen marcas.
En la cama sin maquillaje. Para terminar, es imprescindible desmaquillarse antes de ir a dormir, ya que durante las horas del sueño es cuando la piel debe estar limpia para poder oxigenarse después de un largo día expuesta al exterior.
